COMO INSTRUMENTO DE GARANTIA


Cualquier cosa es coleccionable, pero sólo los Bienes Tangibles, en función de sus características económicas, de sus mercados dinámicos y fuertemente organizados, de ser objetos con una belleza intrínseca y eficaces vehículos de cultura, se convierten en INVERSIÓN TANGIBLE, es decir, la posibilidad y acción de convertir éstos en activos de inversión con garantías de máxima seguridad, constante y alta revalorización, y fácil liquidez y accesibilidad. Estas revalorizaciones se concretan más sobre todo en aquellas piezas seriadas y catalogadas, cuya popularidad y permanencia en el tiempo permiten establecer previsiones razonables de revalorización, como el caso de la FILATELIA FINANCIERA. Evidentemente, no todos los sellos de correos son aptos para la inversión. Los auténticos valores son los que, por su escasez y prestigio, ofrecen más seguridad y rentabilidad, puesto que son los más buscados. Un activo filatélico se constituye en el curso de los años. Como valor de inversión, interesa la filatelia de emisiones limitadas cuyas cantidades están publicadas y aseguradas por cada Estado; y, dentro de ésta, interesa la de más escasa cantidad - tirada- y también la más demandada por el coleccionista. Si la adquisición se realiza con el fin de obtener una revalorización, se recomienda una selección presidida por la escasez de las piezas y una amplia demanda; mientras que para que la cotización sea estable, la compra debe caracterizarse por series completas, diversificadas y de países con políticas de emisión postal serias.

La Filatelia Financiera es un excelente completo de otras inversiones, y una magnífica fórmula de diversificación. Así:

1.- La filatelia constituye, históricamente, el mejor valor - refugio en periodos de crisis o de inestabilidad prolongada (proceso de escasez permanente).

2.- Los valores filatélicos cuentan con un mercado mundial con una gran dispersión de oferta y demanda, provocando una gran estabilidad (inversiones pequeñas realizadas por millones de personas en distintos ámbitos geográficos).

3.- Estos objetos han significado siempre riqueza, y su posesión, seguridad económica. Su tangibilidad, es decir, el hecho de poder disponer físicamente en propiedad de estos bienes, garantiza su valor por sí mismo. Y el tiempo, que los hace más escasos, es su mejor aliado.

4.- Las series filatélicas, con tiradas limitadas y legalmente irrepetibles, constituyen bienes de oferta restringida en un mercado en expansión continua por necesidades de franqueo, coleccionistas e inversores. Esta desproporción entre oferta y demanda es lo que conlleva una constante revalorización (limitación en la tirada y aceptación universal). La naturaleza del sello es la de un bien universalmente aceptado, con un mercado dinámico y muy profesionalizado de más de 150 millones de coleccionistas.

El perfil del inversor en filatelia no es especulador, sino ahorrador a medio largo plazo. Tradicionalmente este sector ha sido coto exclusivo de expertos y privilegiados, pero en los últimos años empresas como Afinsa han sistematizado estas compras, haciéndolas accesibles a todo tipo de inversores, cualesquiera que sean su potencial económico y sus conocimientos específicos de este mercado. En este sentido aconsejamos siempre informarse previamente a través de expertos, para tener las ideas claras sobre dónde queremos invertir. Así, debemos asegurarnos que estas empresas cumplan ciertos requisitos: reconocida solvencia; recursos humanos eficaces y recursos técnicos amplios; disposición de fondos filatélicos completos y con calidad máxima en el producto; que practiquen políticas de justiprecio; que sepan operar en los mercados nacionales e internacionales; que entreguen valores filatélicos de países que pertenezcan a la Federación Internacional de Filatelia; y que los contratos tengan una redacción clara para que el cliente pueda conocer en todo momento sus derechos, y donde queden reflejadas fehacientemente las condiciones de obtención de liquidez. En definitiva, empresas que tengan capacidad de gestión para posibilitar programas de inversión personalizada a través de la compra-venta de valores filatélicos. En este sentido, Afinsa es la compañía más importante del mundo en este sector.

En anteriores artículos hemos citado numerosos estudios internacionales sobre la alta revalorización de la Filatelia Financiera. En el cuadro adjunto figuran diferentes emisiones de sellos, desde 1950 a 1978, de España y Portugal, y su revalorización. Pero también podemos establecer otras analogías en cuanto a revalorización con sellos españoles del siglo XIX. Así, en 1850, para adquirir un periódico necesitaríamos seis sellos del “6 cuartos de 1850”, mientras que hoy, con su valoración en catálogo, podríamos adquirir más de 3.500 periódicos. Para adquirir una entrada del Teatro Real necesitaríamos en 1851 diez sellos del “2 reales rojo anaranjado de 1851”, mientras que en la actualidad podríamos adquirir más de 1.800 entradas. Para adquirir un litro de aceite en 1852 necesitaríamos casi tres sellos del “2 reales naranja de 1853”, mientras que en la actualidad compraríamos más de 12.250 litros de aceite. Y así podríamos mostrar, año tras año, con diferentes emisiones de la filatelia española, la gran revalorización que han experimentado estos y otros valores filatélicos.

Finalizo este artículo citando el “Manual del Inversor” que, en 1994, Argentina patrocinó en la revista Inversión, y que sirvió de texto a los alumnos del último curso de la Facultad de Económicas y Empresariales de Madrid. En el capítulo dedicado a Inversiones Alternativas decía: “Coleccionar sellos es una forma de practicar el ahorro, porque la mayoría de sellos de colección evolucionan por encima del IPC. El sello es la forma más popular del capitalismo y a través de una selección inteligente se puede llegar a conseguir una revalorización del capital invertido del 20%”.


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