os sellos en su origen, nacieron de la necesidad de eliminar la picaresca montada en torno al servicio de correos de antaño. Se enviaban cartas para dar señas de vida por el remitente, que no eran pagadas por el destinatario, pues con solo ver la carta y el remite tenía suficiente. Fueron creados como un pre-pago de dichos servicios. Eran el justificante de que el objeto al que se adherían había pagado por anticipado el servicio de transportes de un lugar a otro. A raíz de su creación y difusión, poco después fueron utilizados como objetos de colección.

El primer coleccionista de que se tienen noticias fue el conservador del Museo Británico, E.J.Gray. Compró los dos primeros ejemplares de su país, emitidos en 1840 con el fin de incorporarlos al Museo junto a los que fueron apareciendo posteriormente.

El coleccionismo de sellos está pues, a caballo entre el coleccionismo natural y el inducido, pues aunque en su origen fueron construidos como una finalidad concreta, con el paso del tiempo, alguien consideró que por sus características o interés de cualquier clase, merecía la pena el coleccionarlos. En la actualidad, el 90 por ciento de las emisiones filatélicas van dirigidas al coleccionista en general y no al usuario de correos que acude a comprar el timbre que le garantiza que su carta será trasladada al lugar establecido.

El coleccionismo de sellos está sostenido en la actualidad en cinco pilares básicos: la administración, los coleccionistas, los empresarios filatélicos, los medios de comunicación social y las asociaciones filatélicas, sin que el orden que hemos establecido tenga nada que ver con la importancia de una sobre las demás.

Sobre esos ejes básicos se mueve el mundillo del coleccionismo de sellos. Aunque cada uno de estos sectores actúa independientemente la interrelación de los mismos es imprescindible, y las fórmulas de conexión debieran regularse, para el buen desarrollo del coleccionismo en general.

¿Por qué destaca la Filatelia por encima de cualquier otro tipo de coleccionismo? ¿Qué características contienen estos pequeños papelitos, para que miles de personas acudan cada día a oficinas de correos y estancos y comprar las últimas emisiones, no para utilizarlas para su fin principal, el prefranqueo de una carta, sino el para coleccionarlos? ¿Qué atractivo encierran para que miles acudan a ferias y exposiciones, a contemplar colecciones de otros, o en busca de determinada pieza filatélica que le falta? ¿Qué propiedades contiene para que empresas de comercio, subastas y accesorios filatélicos lleven decenas de años viviendo en torno a ellos?

En esta sección encontrará diferentes artículos que hemos encontrado en revistas especializadas ya desaparecidas, que analizan las tres diferentes ramas en las que se mueve el coleccionismo de filatelia: la cultura, el entretenimiento y la inversión.

Como en todos los temas, hay opiniones para todos los gustos. Unos acentúan un matiz, otros otro, pero en suma, el amor al coleccionismo de sellos o estampillas de correos (filatelia) es una realidad mundial, que mueve los grandes hitos de la naturaleza humana: su cultura, su tiempo libre y su dinero.

Confiamos que nuestro recorrido por esta amplia gama de matices, le ayude a desarrollar un amor a esta afición.